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sábado, 26 de abril de 2008

Adiós...(le pido)

Buenos días amigos, como han estado? Aquí nos encontramos nuevamente, esta vez ante un hecho bastante triste, creo. No porque me simpatice en demasía y me ponga mal que Martín Lousteau se haya quedado "sin empleo", sino por lo que representa este hecho. Una vez más queda demostrado la falta de independencia de las instituciones en este país, lo cual es un problema gravísimo, el cual se nos viene a la cabeza, apenas nos preguntamos "por qué Argentina no termina nunca de salir adelante".

Este suceso la verdad que me preocupa bastante, porque es un claro ejemplo del poder absoluto que quiere (y tiene) el matrimonio presidencial. "O haces lo que yo quiero, o no haces nada". Es esto coherente para un gobierno "democrático" que dice gobernar para el pueblo? Yo creo que no y me atrevería a decir que a lo que más se asemejan este tipo de actitudes (no es la primera ni será la última) es a las de un gobierno monárquico, salvando las distancias (y diciendo esto desde una perspectiva de alguien que nunca vivió bajo ese tipo de gobierno). Pero el hecho de que los únicos que sean capaces de tomar decisiones y de influir en el rumbo del país sean solamente un matrimonio y 3 o 4 hombres de confianza que ejecuten las decisiones de los primeros, no me parece que sea lo más adecuado. Ya se perdió lo que antes llamábamos "oposicion", hoy en día prevalece el hecho de "compartir" los mismos ideales que los gobernantes, solo por la simple razón de poder seguir estando en el gobierno. No creo que haya nadie que piense distinto (para bien o para mal) y que sea capaz de poder, aunque sea, dar a conocer esas opiniones. Ya no existe la diversidad de ideas en el gobierno, y vamos para donde unos pocos quieren.

La verdad que este tema me indigna bastante y, vuelvo a repetir, no porque comparta muchas ideas y considere buen tipo al ex-ministro (aunque coincido con mi amigo Bob, que Lousteau había generado mucha y buena expectativa de parte de todos, pensando en que iba a llevar la economía para el rumbo que se merecía), sino porque ya no queda más nada que pueda "frenarle el carro" al matrimonio presidencial. Esta bien, ustedes me dirán que Lousteau era un títere y que no le podía frenar el carro a nadie, pero por lo menos, trató de dar a conocer alguna de sus ideas, y de exponer posibles soluciones y, sin embargo, no lo dejaron actuar con la libertad que se merece un puesto de esas características. Y es por esto que, con la llegada de este nuevo ministro, ya no va a haber nadie que realmente sepa como solucionar los grandes problemas de este país y vamos a cumplir con las disposiciones del matrimonio, las cuales son, obviamente, las mejores para su PROPIO BIENESTAR, y no necesariamente las mejores para el bienestar de la sociedad.

La verdad que tengo muchas cosas que se me empezaron a cruzar por la cabeza desde que conocí la noticia. Aquí quise expresar algunas, pero creo que sólo pude poner parte de ellas. No se si la bronca o qué sentimiento se apoderó de mi, y no me dejo escribir con libertad. Vuelvo a aclarar que esta es solo mi opinión, puede que este bien o mal, asi que por eso invito a todos a compartir lo que piensan igual que lo hacemos nosotros en este espacio.

Ya para ir terminando le quiero desear la mejor de las suertes al nuevo ministro, y le deseo suerte y no éxitos, porque realmente lo que estamos necesitando en este momento es SUERTE, para que los gobernantes se den cuenta que tienen en sus manos a millones de personas, las cuales creo están sobretodo interés personal. Creo que estamos muy mal parados, y que vamos a seguir de mal en peor, lamentablemente. Pero mientras nuestra presidenta se pueda seguir luciéndo carteras LV, o seguir viajando en avión a todos lados, o la hija pueda manejar su Mini dentro de la quinta de Olivos, o...o...o.. en fin, mientras que a ellos les siga yendo bien (no se como lo logran, el país no tiene rumbo, y ellos perfectos, como si vivieran en Suiza), entonces nada de esto va a cambiar.

Les agradezco a mis amigos Adam y Bob, quienes me dejan seguir compartiendo este espacio con ellos.

Un abrazo grande para todos los lectores, y no se olviden de compartir sus ideas.

Hasta la próxima!

2 comentarios:

Ericus Leoruber dijo...

No estás en un sistema parlamentario, en un sistema presidencial, el ministro no es independiente del Ejecutivo. Los decretos los firma el Presidente, no el ministro.

Anónimo dijo...

El decreto lo firma el Presidente con el refrendo de sus ministros y solo a veces se necesita el de alguno de la rama correspondiente. Eso se deduce del art 100, no obstante, el Presidente es quien nombra y remueve a los ministros, asi que de no refrendar un decreto, podria tranquilamente "sacar al ministro y poner a otro" o invitarlo a renunciar.A lo que apunto, es que en un sistema presidencialista se podria regularizar o desconcentrar ese poder, haciendo un mecanismo de eleccion y remocion de ministros mas complejo. De por si los decretos que necesitan refrendo, si no lo tienen no gozan de eficacia pero falta ese mecanismo que dificulte la concentracion de decisiones.
Por lo tanto, el poder se concentra aun mas en menor cantidad de personas como bien dijo Mc Candy. Personalmente, creo que la actuacion de Lousteau fue valerosa en un ambiente complicado de pelea por el poder como resalto el autor del articulo.
Flor.
pd. disculpen por los acentos no me anda bien la maquina