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martes, 24 de junio de 2008

Deuda Pública e Inflación: El costado político

Hace poco di (gratamente) a parar con este paper de Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff (de quienes ya habíamos hablado en este post). Dos grandes economistas académicos que tratan mucho con las crisis de países emergentes, y en este caso analizan lo que muchos analistas, policy makers y académicos parecen dejar de lado: la deuda pública interna. Es decir, la deuda pública que tienen en su poder residentes del país de origen de la deuda. Después de leerlo, siempre sucede que uno intenta relacionarlo con la realidad Argentina. Es por eso, que para empezar voy a lanzar dos gráficos de la posición de la deuda en Argentina en este último tiempo. El primero mostrando la evolución la deuda total sobre PBI en el tiempo, y el segundo los porcentajes de deuda externa e interna como porcentaje de la deuda total (ambos con datos del MECON).



La primer observación es que el primer gráfico es más optimista que otra cosa. La deuda como porcentaje del PBI parece seguir una tendencia bajista, aunque el último dato es de diciembre de 2007, por lo que falta lo peor, ya sea por el aumento del gasto en los últimos meses como también el conflicto con el campo y su impacto en esta gráfico por la posible desaceleración del PBI. A pesar de la tendencia bajista, el porcentaje se encuentra en los niveles pre-crisis del 2001.

La segunda observación viene del segundo gráfico. Sin dudas, el gobierno se ha regocijado mucho de la disminución de la deuda externa, más que nada después del canje de deuda y del pago al FMI. Sin embargo, este artículo nos informa que hay que tener cuidado con los niveles de deuda doméstica, ya que en general son importantes en los tiempos pre-crisis. Otra observación de los datos es que en el período de la crisis no hay información disponible y por eso se encuentra esa caída abrupta en el segundo gráfico.

Hay justamente un punto del artículo que fue el que más me interesó. Como Argentina se encuentra saludable en cuanto a nivel de reservas y en posición más dudosa frente a la lucha contra la inflación, fueron las crisis hiperinflacionarias y su relación con la deuda doméstica la que intenté relacionar con Argentina.

Conclusión 1: Pensar siempre en ambas deudas, tanto externas como internas. Ambas pueden ser determinantes de crisis económicas.

Mi temor (como podrán confirmar con posts pasados) con respecto a una hiper, siempre fue del lado política y de expectativas. Primero, que estas últimas no terminaran en un buen lugar (siempre relacionado a la corrupción del INDEC) y que en algún momento, al gobierno se le ocurra (al no tener acceso a los mercados internacionales de deuda) empezar a pagar parte de la deuda pública con emisión monetaria como sucedió en los episodios hiperinflacionarios de 1989-1990. Justamente el paper hace enfoque en este
último aspecto. Dice que la mayoría de las deudas domésticas son importantes, de largo plazo y no indexadas y que al tener estas características, a los gobiernos de los países les cuesta muy poco hacer uso de la impresión de billetes para solventarlas generando así hiperinflaciones y crisis. Podría ser este el caso de Argentina? En una hipotética situación de gran deuda (con un déficit importante) que no se puede pagar (este no es el caso en estos momentos en Argentina, aunque hay que ver como termina el tema retenciones), le costaría menos al matrimonio presidencial emitir (generando mayor inflación) que intentar salir a buscar mayores recursos tributarios?

Veamos los números, teniendo siempre en cuenta que el acceso a mercados internacionales para tomar deuda se encuentra cerrado porque Argentina sigue en default. Ahora, la deuda total en billones de dólares es de 145 aproximadamente. Mientras que la deuda indexada por inflación es de 44 billones y la deuda a corto plazo es de 10 billones. Siempre hablando aproximadamente y cifras en dólares y hasta diciembre de 2007. Parecería ser que la cantidad de deuda a largo y mediano plazo es voluminosa pero, sin duda, el aspecto clave (en términos políticos) es la deuda indexada por inflación (es decir que se ajusta al índice de precios del INDEC). Suponiendo que el gobierno manipulo el INDEC, además de por las ganancias políticas, para no tener que pagar tanta deuda, podemos llegar lógicamente a que tampoco va a emitir dinero para solventar su deuda pública generando así más inflación (que a su vez automáticamente aumenta la parte de la deuda indexada por inflación).

Conclusión 2: No parece haber incentivos para que el gobierno emita dinero para pagar deuda y caer en una posible hiper.


Por último, en alguna parte del paper hace alusión a que los organismos internacionales también pasan de largo la variable de deuda pública interna y no deberían hacerlo al considerar la financiación de algunos países. En general, papers como estos tienen mucho impacto en estos organismos, por lo que estaría bueno que Argentina intente contener el aumento de su deuda pública doméstica (denotado por el gráfico a continuación) ya que en muchos casos la financiación por parte de organismos internacionales es necesaria.


Conclusión 3: Las posibilidades de financiación de Argentina se achican con el paso del tiempo. Por lo tanto, el arreglo con los hold outs desde el lado político parecería ser inevitable, al menos en el mediano plazo. Y si el lector no está muy convencido de esto, leer esta nota, que pinta un panorama un poco más oscuro en cuanto a financiación pero por lo menos no se habla de emisión para solventar deuda.

Después de este post, mi único temor con respecto a escaladas en el nivel de precios se relaciona con las expectativas de la gente. Sigo esperando la reconstrucción del INDEC (que parece que con el tiempo se va olvidando) para solucionar este tema ya que como Tincho nos informa, el último índice parece ser peor que el anterior. Lo noticia buena del día: parecería que el tema inflacionario no se va a desbocar. La mala: convivir con una alta inflación sigue pegándole a la gente de menos recursos, por lo que el tema de arreglo del INDEC para mejorar las expectativas sigue siendo clave.
Eso es todo desde acá. Recomiendo la lectura del artículo y espero opiniones acerca del tema.
Saludos
Bob

p.d: Hoy falleció Leonid Hurwicz, uno de los ganadores del premio nobel en economía del año pasado. Hacemos conmemoración a su persona desde aquí. Me enteré por este post en Marginal Revolution.

lunes, 23 de junio de 2008

Incentivos Privados

Amigos! Cómo han estado todo este tiempo? Seguro tratándo de definirse si están con el campo o con el gobierno!

Esta vez trataré de tocar otro tema que no sea el conflicto tan mencionado, que por otra parte ya se solucionó(mmm, no confio mucho, pero las esperanzas son lo último que se pierde).

Lo que trataré aqui breve y(sobretodo) humildemente, son los famosos incentivos que ofrece el jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a sus ministros, en el caso de cumplir con los objetivos propuestos. Leyendo algunos articulos, pude observar que la mayoria de las críticas a este plan no se basan en si funcionará o no, sino en el hecho de que es una medida tomada generalmente en el sector privado y que, por lo tanto, no debe implementarse en el sector público. Por todo esto es que se acusa de querer manejar el gobierno de la ciudad como un club o una empresa y, por ende, mal. Con esto quiero extender las preguntas que me formule al ver todo esto, que son: Está mal tratar de implementar medidas que funcionaron en el sector privado en el público? Es tan diferente el trabajador estatal al de una empresa?
Yo, por mi parte, no lo veo con tan malos ojos, ya que me planteo lo siguiente: si en el sector privado, donde hay empleados, gerentes, directores, presidentes(esbozando un organigrama muy a groso modo) son métodos avalados o que cuentan con la mayoria del apoyo y se utilizan con frecuencia, por qué no puede funcionar en un sector donde hay empleados, ministros, jefes, presidente(a). Creo que es una buena forma de incentivar al trabajo porque, por más que se diga que las cosas hay que hacerlas bien, ya que para eso se le paga, quizás con este plus se pueden hacer mejor. Por otro lado, creo que esta medida se debería extender a los empleados del sector, ya que, según tengo entendido, ellos no recibirían ningun pago y son los que cumplen una función más que importante en el plan de acción.
Por último, en un programa de televisión vi una nota que le hacían a un verdulero, al cual le preguntaban:"Si usted hace bien las cosas, le dan un incentivo?", a lo que el hombre respondía:"No, nada". No estoy tan de acuerdo con esto, ya que si se esfuerza más de lo común, será capaz de vender más y, por lo tanto, obtener mayores beneficios, los cuales considero el incentivo que hace que ese mayor esfuerzo haya valido la pena.

En fin, eso es todo desde aqui, espero sus opiniones y versiones sobre este tema, para poder llegar a una mejor conclusión. Sepan disculpar si existe algun error o falta de información.
Sin mas, me despido.
McCandy

jueves, 19 de junio de 2008

Estadística y Probabilidad en los deportes

En general trato de no hablar de deportes por el hecho en sí de algún acontecimiento deportivo, pero en este caso me veo motivado por esta entrada de Freakonomics en la que hablan de las probabilidades y estadísticas en el golf (basando todo en la victoria de Tiger Woods en el US Open del fin de semana último). En síntesis, reclaman (mostrando este corto artículo de probabilidad para explicar los putts en el golf) que deberían haber más estadísticas y probabilidades en vivo para el que está mirando los torneos. Hablan de diferentes tipos, probabilidad de acertar putts, fairways por golfista o no, etcétera, para sorprenderse o no con el tiro de algún jugador en particular.
El traslado al deporte más popular de nuestro país es inmediato (más después de esta semana con tantas discusiones generadas por la selección que Rollo también discute). Las estadísticas y probabilidades que observamos en la tele cuando vemos algún partido de fútbol son realmente pobres. Acepto que lo de un modelo de probabilidades intentando explicar hechos en el fútbol sería extremadamente complicado y siempre sería muy simplificado con respecto al evento real. Sin embargo, creo que dar una mayor cantidad de números y estadísticas más completas llevaría a una discusión más civilizada y con mayores hechos para analizar a la hora de hablar de fútbol (que tantos problemas trae). Por tirar algunas estadísticas, me imagino, posibilidades de gol sobre goles hechos, cantidad de ocasiones de gol creadas por un jugador (es decir a través de un pase o una jugada individual), cantidad de goles por ocasiones de gol en contra, cantidad de pases bien hechos (esta es considerada en partidos de Europa pero no acá), cantidad de ocasiones de gol creadas por tiro libro ejecutado, y se pueden seguir abriendo opciones.
En mi opinión personal, esto daría un poco más de datos para analizar con coherencia a los jugadores y sus actuaciones en ciertos partidos. Para poner un ejemplo, un goleador que hace 15 goles por torneo pero tuvo 100 situaciones de gol, no hay que felicitar al delantero sino a su equipo de todas las posibilidades que le dio a este jugador.
Esta es mi humilde opinión, siempre confié más en los números como dije en un post anterior, pero quiero saber la opinión de los demás y por eso apelo a sus comentarios.
Eso es todo desde acá
Saludos
Bob

UPDATE: Más estadísticas deportivas, en este caso de basket por acá.
p.d: de la encuesta de hace dos semanas poco que decir. 13 votos (no es un buen número en ningún sentido) y la mayoría amplia creía que el dólar bajaba por orden política de Kirchner como habíamos concluído nosotros. Por ahora sigue el conflicto y sigue bajando, veremos si se confirman nuestras conclusiones cuando se termine el conflicto.

miércoles, 11 de junio de 2008

Mucho ruido y pocas nueces

Acabo de leer esta noticia y empiezo a pensar en las posibles consecuencias de estas políticas en países pobres (poco desarrollados). Los mercados de commodities son siempre muy volátiles y es por eso que pongo un signo de pregunta acerca de esto de "apostar todas las fichas al agro ahora". Por lo que aprendí, siempre es mejor diversificar y tener menos riesgos. Es bueno intentar mejorar la capacidad y la tecnología de los agricultores. Pero, si los precios comienzan a caer, estos países pobres pueden llegar a sufrir graves consecuencias si no apostaron también a modificar otros sectores de sus economías.

Inmediatamente me pongo a pensar en nuestro país y el discurso del otro día. Desde lo discursivo parece que el gobierno intenta hacer esta diversificación, es decir, tomar recursos del campo y traspasarlos hacia otras personas con menos recursos (que no sabemos cuántos son porque los índices no son confiables). Pero después leo a Él y a Elemaco y coincido en la mayoría de los puntos. Hace poco hablamos por este blog de que la redistribución de la riqueza aclamada por el gobierno desde 2003 había sido más superficial que otra cosa. Que falta lo importante, no sólo sacar más gente de la pobreza, sino darle oportunidades para no volver a caer en ella.

Y ahí empiezo con muchas preguntas. No es ahora el momento para esta redistribución (en serio) mientras los precios agrícolas nos empujan para adelante a gran velocidad? No es ahora el momento para tener una industria más productiva (más productiva en términos reales, no con devaluaciones y subsidios a su disposición)? No es ahora el momento para mejorar la educación en todos sus niveles (jardines, primarios, secundarios, técnicos, terciarios y universitarios)? No es ahora el momento para invertir en ciencia y tecnología (ya que nuestros científicos salen en las noticias por sus grandes descubrimientos y también por las condiciones adversas en las que luchan)? No es ahora el momento para dejar la política de lado y apostar al desarrollo en serio? No es ahora el momento de arreglar la deuda pública (que sigue en default)? No es ahora el momento para hacer un país federal en serio? Un buen indicio de que poco cambia es, como dice Elemaco, el excedente de retenciones destinados a este nuevo "Plan Social" son 800 millones de dólares mientras que el gasto en el tren bala (tomando deuda cara) es de 3900 millones de dólares. Este tipo de cosas y la falsificación de los índices de estadística oficiales hacen muy difícil creer en la veracidad de los dichos de Cristina y sus intenciones. Todo parece orquestado con el fin de obtener votos y poder político, más que resolver problemas concretos.

Sigue pasando el tiempo (ya van 5 años desde la presencia del matrimonio presidencial al frente de nuestro país) y quedan muchas cosas por hacer (al menos en mi opinión). En términos económicos hay margen todavía, pero no veo intenciones por parte del gobierno de hacer algo. Cada vez hay menos esperanza para que algo cambie realmente en nuestro país. Estaba medio desilusionado con todo (el conflicto del campo, la política en nuestro país y la economía) y quería escribir algo al respecto.
Eso es todo desde acá
Saludos
Bob

p.d: Prometo en el corto plazo algunos números que sustenten mi posición discursiva.

viernes, 6 de junio de 2008

Punto de inflexión para la inflación?

El conflicto sigue en nuestro país y no parece haber un acuerdo cercano. Como dice Genérico claramente ya desde la parte económica no hay mucho más que decir y lo que reclamamos desde aquí es que vuelva el diálogo y la calma ante todo, más allá de nunca haber tomado una posición formal (por lo menos yo) con respecto a este enfrentamiento político económico. Sinceramente es difícil porque estoy de acuerdo con ambos sectores en algunos casos y en desacuerdo con ambos en otros así que es bastante complejo. Es por eso que no escribí nada del tema y esta no va a ser la excepción. Sin embargo, vamos a ir por un entorno del conflicto y hablar de algo que está relacionado de una manera u otra: lo que está sucediendo con el dólar y el BCRA. Este tema sale a relucir porque hoy un profesor mío dijo algo como, "Ustedes piensan que el Central mantiene el dólar por la crisis del campo o algo por el estilo? Alguien se avivó y le dijo a Cristina, aprecia un poco el dólar y así calmás expectativas inflacionarias". Además, también escuché por ahí que había periodistas económicos contentos porque según ellos el BCRA "le luchó y le ganó a los especuladores que corren contra la moneda". Voy a intentar ser breve y analizar un poco estas frases que generaron el post.
Para empezar, es útil referirnos a este post pasado en el que explicábamos de cierta manera lo que hace el Central en el mercado de cambios para los que no están enterados. Vayamos a la primer frase. Como dijimos antes, las expectativas inflacionarias se cambian empezando por tener un índice al cual creer, sino cada uno genera su expectativa propia basado en su entorno y ahí terminamos mal. Sin contar, que el arreglo de nuestras instituciones es clave para el crecimiento de largo plazo como dice acá Brad de Long (profesor de economía de la Universidad de Berkeley). Y lo segundo, cada vez dudo más de los técnicos que aconsejan al gobierno (si es que los hay). Para explicarme me voy a referir a este post de Lindahl en el que analiza con mucha exactitud el discurso de Cristina en la FAO, ante el mundo. Sus declaraciones acerca de economía son bastante pobres y sin ninguna elaboración técnica. Así que no estoy de acuerdo con esa primer frase. La verdad no sé porque se dio esta baja del dólar pero seguramente es más un motivo político (alentado por Néstor) que el intento de alguna política económica contra la inflación. Esta es mi opinión, me gustaría saber la de ustedes y por eso el signo de pregunta en el título. Anteriormente, Genérico y yo auguramos un punto de inflexión aunque al parecer le pifiamos porque todo sigue igual o peor con este problema campo-gobierno.
Segunda frase. El primer desacuerdo es que hacen sonar la palabra especuladores como que son gente ansiosa de derrotar al gobierno. Las corridas son totalmente racionales, gente que quiere proteger sus ahorros de posibles crisis (de las que ya hemos tenido varias) y por eso en general se pasan al dólar depreciándolo momentáneamente. Luego, no hay porque estar contentos con esta situación. Mientras el Central pierde reservas en dólares, es decir, plata que está ahí en el BCRA que se podría haber usado para otra cosa (como se usó para pagar la deuda al FMI en su momento). Además, que apreciando la moneda los industriales van a increpar al gobierno porque "pierden competitividad" y se va a generar otro foco de conflicto político al que el gobierno no se puede arriesgar. Lo que debería hacer el BCRA (en mi humilde opinión) para terminar con las mini corridas (y parar con la pérdidas de reservas para mantener el dólar) es hacer un anuncio creíble de que va a dejar la moneda alrededor de 3,10 (para poner un valor). De esta manera termina el miedo en la gente y se dejan de comprar dólares. Igual, es complicado mientras sigue el conflicto campo-gobierno, porque hay temor por posibles crisis (que no tiene fundamentos a nivel económicos) entonces es complicado intentar mantener el dólar. La otra sería dejarlo flotar para terminar con la pérdida de reservas pero probablemente desde el punto de vista inflacionario la depreciación generaría serias distorsiones. Por esto es que tampoco estoy de acuerdo con esta segunda frase proveniente de algunos periodistas económicos.
Eso es todo desde acá. Con este post queda inaugurada una nueva sesión (como muchos blogs tienen) de viernes a la que llamaremos "viernes irracional" en la que prometemos además de un post sus consiguientes encuestas (en el costado izquierdo del blog) que durarán por una semana. Así además de los comentarios valiosos que nos brindan con su opinión, también tenemos encuestas para que voten al respecto. Por eso es que la primer encuesta se debe a este tema: Es la política del BCRA (la baja del dólar) por motivos económicos (inflación) o políticos (conflicto con el campo)? Esperamos comentarios y respuestas.
Saludos
Bob

p.d: Para los que les interesa el tema Macro, Banco Central, etcétera, les dejo dos juegos. Uno gracias al post de Tincho que es para jugar a ser Bernanke y manejar la Reserva Federal de EE.UU y de paso aprender un poco más al respecto. Otro (aquí) de Greg Mankiw en donde se es presidente de EE.UU y hay que manejar la política macroeconómica de este país. Espero que se diviertan.

martes, 3 de junio de 2008

De gustos y culturas

En general, los fines de semana siempre estoy inmerso en alguna discusión de algún tipo. Y a pesar de que no es mi deporte favorito (ni de cerca), de vez en cuando surgen cosas interesantes que intentaré seguir acá con otra (o la misma) gente. Y después de la nula repercusión de lo último que escribí, vamos a intentar con un tema que da para discutir (como me di cuenta el sábado y domingo) al menos un rato. A esto le podemos sumar que el tema se relaciona con la teoría económica (en la que estoy siempre interesado), que el conflicto gobierno-campo y las nuevas retenciones no me motivan a escribir por el momento (para el lector interesado en el tema léase en nuestros links LCM, Elemaco, Finanzas Públicas, Homo-economicus, El termómetro Económico, Abuelo Económico y Los Chiflados) y que intentaré atraer lectores de otras ramas que no sean la economía. La discusión comenzó (cuando no) con la pelea del momento en Argentina generado por las retenciones impuestas por el gobierno a la soja principalmente. Después, no me acuerdo al pie de la letra, pero la pregunta fue porqué los emergentes asiáticos tienden a consumir tanta soja que a nosotros nos parecía de sabor nulo relativo a otros bienes. Ahí las respuestas fueron múltiples y diferentes. La primera fue que la gente de por ahí le gustaba más la soja relativa a otras cosas. En segundo lugar estuvo la opción que la cultura en verdad era el gran impedimento para que la gente se abriera a otras cosas. Y por último, se encontraba la opción que los Estados de estos países son los que compran este alimento, que parece tener gran poder nutritivo, para que sus habitantes de bajos recursos consuman y estén fuertes para enfrentar ya sea actividades laborales y de educación. La verdad es que no soy un entendido del tema pero esta última opción suena a lo más sensato. Seguramente un individuo por sí sólo cuando elige, se inclina por un bien que le gusta más (y poco piensa en lo nutritivo). Ahora sí su Estado le provee gratis un alimento nutritivo a una persona de bajos recursos, seguramente lo consumirá antes de gastar su bajo ingreso en comprar otros bienes (salvo que lo que le den no lo pueda consumir porque sus gustos son prohibitivos con ese bien). Este seguramente es un tema por discutir el de, por qué soja? Sí alguien me puede iluminar con el tema bienvenido.
Sin embargo, el core del post venía a otra cuestión más basada en las dos primeras opciones. Gustos vs Cultura (como ven me desvié un poco del tema pero creo que vale la pena). De la teoría económica (más que nada por comercio internacional), la idea es que las diferencias entre países para que haya comercio provienen de diferencias en costos relativos, tamaños de países y preferencias hacia mayor variedad de bienes (las famosas ventajas comparativas y economías de escala). Ahora, pocas diferencias se explican por diferencias de gustos, es decir, que los consumidores de un país prefieren un bien a otro por x razón. Seguramente, ya hay gente investigando acerca de estas cosas (nuevamente, el que sabe que ilumine, a totalmente desprevenidos como yo, con algún paper en este caso). Los que discutíamos se inclinaban a pensar en esto, que los gustos cambiaban mucho entre diferentes países. La otra opción era la cultura. Mi opinión estaba más cerca de esto. Gustos bastante uniformes entre personas de todo el mundo (con algunas variaciones seguro), pero culturas prohibitivas y poco flexibles que imposibilitan el consumo de algunos bienes en diferentes países. Sin duda, la respuesta yace en algún lugar intermedio pero como soy medio terco y economista me gusta pensar en esto último. Que hay un consumidor representativo (en cierta manera, siempre los gustos de las personas algo difieren) pero que las diferencias y heterogeneidad yacen en otro lugar (léase condiciones físicas para trabajar, educación, ingreso, y muchas otras que pueden surgir). En cierta manera bien rústica (bien pero bien precaria) pienso que la mayoría de las personas en el mundo preferiría un pedazo de pan a algún alimento generado en su mayoría por la soja y que la explicación cuando esto no se da es debido, no a gustos diferentes entre personas, sino a otro factor. Así que me gustaría opiniones al respecto (y también experiencias personales), sobre esto: Gustos versus Culturas. Qué importa más a la hora de explicar diferencias entre países a la hora de consumir?
Eso es todo desde acá
Saludos
Bob