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domingo, 8 de marzo de 2009

Una Vuelta Tranquila (Parte III)

Buenas mis amigos! Cómo han estado tanto tiempo?
Antes que nada, quiero agradecer a aquellos (pocos) que nos pidieron que sigamos escribiendo, y a aquellos quienes vuelven a visitar nuestro blog después de un largo tiempo de inactividad.
Hace un par de días, el jueves, leí un artículo más que interesante escrito por el brillante economista Juan Pablo Nicolini, titulado:"Las venas abiertas de la Argentina, más allá de la ideología"(el cual pueden visitar
aquí).
Muy sucintamente, este artículo trata de la decadencia que sufrió este país a partir de la década 70 hasta nuestros días. De por qué un país que ocupaba una posición distinguida, entre los primeros países del mundo, con tantas y netas posibilidades de seguir creciendo, se estancó y cayó hasta llegar al lugar que ocupamos hoy en día.
Esto fue lo que me llevó a preguntar cuáles son las razones de este fracaso, además de las malas decisiones tomadas por los que dirigieron y dirigen las instituciones de la Nación. Creo que ésta es la causa que menos me preocupa, ya que desde un punto de vista muy optimista, podríamos decir que se han equivocado como cualquier ser humano.
Sin embargo, desde mi punto de vista, pienso que el error fundamental, que nos llevó y nos lleva a cualquier lado menos a progresar, es la falta de posiciones ideológicas intermedias. Es decir, desde que comenzaron a reinar las divisiones, la falta de diálogo, la rivalidad, todo eso que no lleva a tomar decisiones conjuntas, a debatir ideas, opiniones, a partir de allí esto comenzó a andar mal.
Lo que trato de decir es que es algo fundamental la gran polarización que hay en los dirigentes: o están con el gobierno de turno, o no cabe lugar para ellos. Sólo se escucha, y se hace, lo que quiere el principal mandatario, sin tener en cuenta al resto. Por lo que me parece que la falta de consenso es una de las principales razones.
Quiero ir cerrando, diciendo que me pone algo triste el saber que este país fue en algún momento unos de los primeros del mundo. Pienso que desde esa época debe venir el famoso ego argentino, el cual ahora es sólo eso, ego sin fundamentos.
Demás está decir que extiendo a los lectores la posibilidad de comentar cuáles son para ustedes las causas fundamentales de esta decadencia.
No me quiero despedir, sin antes agradecer como siempre a mis amigos Adam y Bob, que me siguen permitiendo formar parte de este lindo espacio.

Sin más, me despido.
McCandy

1 comentario:

Anónimo dijo...

Felicitaciones por su vuelta.
Me alegra.